sábado, 20 de octubre de 2007

X. Intervención psicosocial en anorexia nerviosa




Una adecuada intervención psicosocial debería considerar la problemática existente y dar las adecuadas respuestas en los siguientes niveles :

X.1 Educación igualitaria

El hecho de que la imagen corporal de la mujer esté sobrevalorada en nuestra sociedad, es en parte la consecuencia de la educación diferencial a la que inconscientemente se ven sometidos niños y adolescentes.

X.2 Centros educativos

La imagen corporal cuando es sinónimo de éxito o fracaso, condiciona nuestras relaciones con los demás y si no se adecua al modelo de referencia, puede constituir objeto de rechazo por parte de los otros, y de baja autoestima y ansiedad en los individuos al tomar conciencia de no responder a estas expectativas corporales.
Sería deseable promover desde colegios, institutos u otros centros de enseñanza, aficiones culturales y lúdicas que permitan el aprendizaje de habilidades sociales suficientes. De esta manera, se lograría que los adolescentes considerasen otros aspectos distintos a la imagen o la belleza como fuente de prestigio o reconocimiento social.

X.3 Campañas de prevención y concientización social

Las campañas de prevención y concientización social son importantes. Con ellas se pretende informar a padres, profesores y educadores, pero no sólo desde la perspectiva de la enfermedad y su sintomatología, sino desde el punto de vista de la necesidad de crear una autoestima adecuada, y de abandono de ideas que promovidas por los medios de comunicación nos llevan a concluir que la mujer del siglo XXI debe ser físicamente “perfecta”.

X.4 Las dietas

En principio, seguir una dieta debería ser considerado como un comportamiento saludable, consistente en llevar un cierto orden y régimen en las comidas y que tiene como objetivo mejorar el bienestar físico y la calidad de vida de la persona. La situación actual a favor de los regímenes es tal que la persona que es capaz de seguirlo es aplaudida y envidiada, y recibe el reconocimiento de su entorno social.

Sin embargo, esta conducta que, en un principio debería ser considerada inocua, pasa a generar un importante número de consecuencias negativas cuando la restricción reglada y controlada se convierte en abstención de la ingesta de alimentos, o en una combinación de períodos de restricción alimentaria con períodos de hiperfagia.

X.5 Los medios de comunicación

El culto a la delgadez, tan frecuente en las adolescentes y mujeres jóvenes de las sociedades desarrolladas, es alentado de forma abierta por los medios de comunicación.
Actualmente vivimos en una sociedad donde prima en exceso la belleza y la imagen, cualquier artículo que se anuncie en la televisión es protagonizada por mujeres jóvenes, bellas y delgadas.

X.6 El deporte

El deporte supervisado y adecuado para cada edad del desarrollo, contribuye a crear formas de vida más sana. Pero es importante que el deporte no sea exclusivamente enfocado como una forma de perder peso, como parece que es la única perspectiva capaz de incentivar su práctica para determinados gimnasios o similares, sino como un hábito saludable.

x.7 La moda

En el mundo de la moda imperan los modistos que tratan de extrapolar su ideal de belleza, basada en prototipos masculinos, a la ropa destinada a verter a las mujeres con sus consecuentes problemas de adaptación. Por ello hasta este momento han imperado en las pasarelas los cuerpos de modelos muy delgadas, habiéndose llegado a constatar que algunas de ellas han padecido anorexia.

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